Semanticamente incluir e integrar tienen significados muy parecidos, lo que hace que muchas personas utilicen estos verbos indistintamente. Sin embargo, en los movimientos sociales, inclusión e integración representan filosofías totalmente diferentes, aun cuando tengan objetivos aparentemente iguales, o sea, la inserción de las personas con discapacidad en la sociedad.
En el caso de los centros escolares, la escuela inclusiva se construye sobre la participación y los acuerdos de todos los agentes educativos que en ella confluyen. Considera el proceso de aprendizaje del alumnado como la consecuencia de su inclusión en el centro escolar. Con una escuela inclusiva se trata de lograr el reconocimiento del derecho que todos tienen tanto a ser reconocidos, como a reconocerse a sí mismos como miembros de la comunidad educativa a la que pertenecen, cualquiera que sea su medio social, su cultura de origen, su ideología, el sexo, la etnia o situaciones personales derivadas de una discapacidad física, intelectual, sensorial o de la sobredotación intelectual (Alemañy, 2009).
la escuela inclusiva reconoce la diferencia como un valor,
de modo que todo el mundo puede formar parte de ella en situación de igualdad.
Este reconocimiento de las diferencias individuales nos lleva al reconocimiento
de la diversidad. Así, diversidad es reconocimiento de diferencias y valoración
de ellas.
Elegí esta imagen pues gracias a ella te puedes dar cuenta de esa delgada línea entre integrar e incluir. Podemos convivir con cualquier persona por más diferente que sea, pero a veces ponemos límites y eso se debe acabar.
A continuación les comparto un video donde la
Asociación MÍRAME junto a Carambuco Ediciones representan un cuentacuento en la
sede de la Biblioteca de Andalucía. Se trató de una actividad
"inclusiva" abierta al público infantil en general, accesible a la
infancia sorda, pero también dirigido a niños y niñas sin problemas de
audición, a partir de 3 años. La intención fue hacer, de esta actividad, una
actividad inclusiva en la que todos los niños y niñas compartan un espacio de
animación a la lectura independientemente de las necesidades específicas de
cada uno y una.
Es uno de muchos ejemplos de lo que se puede hacer y lograr en un espacio infantil inclusivo.
Referencias bibliográficas:
Alemañy Martínez, C. (2009). Integración e inclusión:
dos caminos diferenciados en el entorno educativo. Cuadernos de Educación
y Desarrollo. Recuperado el 9 de julio de 2015, de http://www.eumed.net/rev/ced/02/cam5.htm
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